Lo queramos o no, el pecho es una de las partes más atractivas de la mujer, pero que su continua exposición a cambios físicos puede provocar una pérdida prematura de su firmeza. Esto se traduce en un pecho caído, cosa que no nos gusta nada, ¿verdad? Pues bien, para evitar llegar a ese momento y tener que gastarnos mucho dinero en cirugía estética, ¿qué tal si asimilamos unos gestos básicos de prevención?
- Hay una actividad fantástica para evitar el “descuelgue” y esa es, sin duda, un buen chorro de agua fría tras la ducha (si no te sientes capaz, prueba a pasarte un cubito de hielo). Esto reactivará la circulación. Luego échate abundante crema hidratante, para prevenir estrías e hidratar la zona.
- Si te gusta la natación está de enhorabuena, es un deporte fantástico para mantener firme el pecho (practícalo 3 veces por semana, mínimo).
- El sol destruye las fibras que sujetan el pecho, así que procura protegerte muy bien y no exponerte durante mucho tiempo.
- Las posturas son muy importantes: mantente erguida al caminar y al estar de pie, y al dormir procura hacerlo bocarriba sin encorvarte.
Ahora toca lucir escote, que sólo se vive una vez.
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